Te compartimos estos tips para mantener tus niveles de azúcar para seguir siendo tú.

Es posible que no puedas controlar qué alimentos son servidos al lugar al que vayas y que además te sientas abrumado al ver a otras personas comiendo muchas dulces tentaciones. Pero lo mejor es que armes tu plan:

Puedes llevar algún snack o comida, elige alguna que te guste y puedas comer, como verduras, pepinos, apios, etc.

Come cerca de tus horarios habituales para mantener estable el nivel de azúcar en la sangre de manera que no llegues a una fiesta o reunión con mucha hambre. Si sabes que la comida se servirá más tarde de lo normal, toma alguna colación como Glucerna® en tu horario para que así al llegar al almuerzo o la cena no tengas tanto apetito y puedas controlar mejor lo que vas a comer.

¿Invitado a una fiesta? Puedes demostrar tus habilidades culinarias y llevar algún platillo saludable preparado con Glucerna® para que puedas comerlo sin problema.

No te saltes las comidas para abusar en la fiesta. Esto ocasiona un mayor riesgo de que el azúcar baje en tu sangre y luego se descontrole. Será más difícil mantener estable el nivel de azúcar en la sangre, tendrás mucha hambre y más probabilidades de comer en exceso.

Si caes en la tentación, no te preocupes, de inmediato regresa a una alimentación habitual y saludable en la próxima comida.

Date un “tiempo para ti” todos los días: una siesta, una caminata o un baño con burbujas para recuperar tu energía.

Cuando te enfrentas a una gran variedad de deliciosas comidas, toma decisiones saludables fácilmente:

Ten un plato pequeño de los alimentos que más te gusten y luego aléjate de la mesa del buffet. Usar platos más pequeños te da una percepción a la vista de que comes porciones más grandes.

Elige de una vez todo lo que comerás para que evites servirte varias veces.

Comienza con verduras para llenarte un poco.

Come despacio. El cerebro tarda al menos 20 minutos en darse cuenta que ya está satisfecho

Evita o limita el alcohol. Si tienes una bebida alcohólica, tómala con comida y con agua mineral o bebida gaseosa sin azúcar. El alcohol puede alterar el nivel de azúcar en sangre e interactuar con medicamentos para la diabetes.

No hay comida en la lista negra. Elige los platos que realmente amas, pero come pequeñas porciones. Puedes masticar despacio y saborear una porción pequeña, asegúrate de incluirlo en tu plan de comidas.

Si lo planeas y te moderas, podrás disfrutar de tus platillos favoritos.

Estar activo es tu arma secreta porque te ayuda a compensar el comer más de lo normal, además de reducir el estrés. Ponte en movimiento con amigos y familiares.

Dosifica la actividad física para que se ajuste a tu horario de comida o a las reuniones que irás: recuerda realizar actividad física en la correcta frecuencia, intensidad y tiempo según tu profesional de la salud te lo recomienda.

Recuerda que los ejercicios de fuerza son tan importantes como los ejercicios cardiovasculares así que trata de combinarlos.

Salir más y quedarse fuera de casa puede reducir tus horas de descanso. La falta de sueño dificulta el manejo del nivel de azúcar en sangre y, al dormir menos, tenderás a comer más y preferirás alimentos altos en grasa y azúcares. Duerme de 7 a 8 horas por noche para evitar alimentación sin sentido.