1. Inicia despacio. Quince minutos de actividad física al día son suficientes para un principiante. Gradualmente comienza a hacer ejercicios con mayor intensidad y por periodos de tiempo más largos. Consulta a tu médico si necesitas orientación.
2. Toma una clase de alguna actividad o deporte que no hayas practicado antes. Ese interés en cosas y actividades nuevas es motivador.
3. Consigue compañía para hacer ejercicio. El aspecto social hará que el ejercicio sea más agradable.
4. Recuerda que todo tipo de actividad física cuenta. Aspirar, barrer, hacer jardinería, jugar golf, caminar e incluso cortar el césped.
5. Discute con tu médico el mejor momento para monitorear tu glucosa, si antes o después del ejercicio y mantén un registro de los resultados. Esto te ayudará a tener un control de tus niveles de azúcar en sangre.
6. Busca escenarios diferentes para caminar o trotar. Las rutas nuevas siempre son una buena opción.
7. Mantén un registro de tu actividad física. Anota brevemente qué hiciste y por cuánto tiempo. Puedes echar un vistazo de vez en cuando y sentirte orgulloso de tu esfuerzo.
8. La seguridad, ante todo. Calienta antes de ejercitarte, baja el ritmo cuando estés por terminar tu rutina y acaba tu sesión estirando por 5 minutos.
9. Hazlo parte de tu rutina. Incluye la actividad física dentro de tu calendario, preferiblemente a la misma hora de siempre. Si forma parte de tu horario es menos probable que no lo hagas.
10. Utiliza ropa adecuada. Calzado cómodo y ropa para hacer ejercicio.