Controlar la diabetes requiere de diferentes medidas, nuevos y mejores hábitos, rutinas, entre otros; sin embargo, para algunas personas puede ser más complicado debido al estrés, incluso la misma noticia de ser diagnosticado y saber que padeces la enfermedad, puede provocar estrés.

Las fuentes de estrés pueden ser físicas o mentales, desde lesiones o enfermedades, hasta los problemas que puedas tener en casa. Cuando se tiene un estímulo, tu cuerpo se prepara para huir o luchar contra lo que lo provoque, produces un nivel de hormonas alto que almacena mucha energía y que se pone a disposición de las células, si este estímulo es constante durante un largo periodo de tiempo, puede hacer que tu nivel de glucosa aumente.

En la diabetes tipo 1 las personas presentan un aumento de glucosa y en algunas otras disminuye. En la diabetes tipo 2, el aumento de glucosa en sangre es una constante. Por ello es importante reconocer los síntomas del estrés y hacer todo lo posible por disminuirlo.

Aunque no lo parezca el estrés puede mostrar muchas reacciones que, de no poner atención, daríamos por hecho que no pasa nada, cuando en realidad todos estos síntomas hacen más difícil tu día a día, como:

Es necesario realizar cambios en nuestra vida con el solo hecho de presentar estos síntomas y para no llegar a mayores complicaciones. Por esto, te dejo diferentes medidas que puedes tomar:

·  Realiza técnicas de relajación, esta medida tiende a tener un mayor efecto en personas con diabetes tipo 2 que en personas con diabetes tipo 1, pues el estrés impide la liberación de insulina. Meditar puede disminuir el padecimiento y regula este comportamiento en el cuerpo.

·  Haz ejercicios de respiración, sin cruzar las piernas o brazos, respira profundamente relajando los músculos conscientemente, mientras exhalas. Inténtalo durante 20 minutos al día.

·  Hacer ejercicio regular. El cuerpo se relaja al hacer una gran variedad de movimientos. Tres maneras de relajarse con movimientos es hacer círculos con las partes del cuerpo, estirarlas y sacudirlas.

·  Si el ejercicio no te motiva puedes realizar actividades recreativas como lecciones de baile.

·  Adopta un pasatiempo, así sea una manualidad, la actividad podrá distraerte y relajarte de los motivos que te causan malestar.

·  Realiza un ejercicio mental en el que pienses en cosas positivas, algo que te haga sentir feliz u orgulloso.

·  Visita grupos de ayuda, conocer a otras personas en la misma situación ayuda a sentirnos menos solos. También puedes aprender de los consejos de otras personas para enfrentar los problemas. 

Toma en cuenta que todos estos puntos debes consultarlos con tu médico, que se deben realizar de forma constante y sin desistir, puede llevar un tiempo, pues aprender a relajarse requiere práctica como cualquier otro deporte o disciplina; pero al final, el objetivo es liberarte del estrés que puede “evitarse” y mantener al mínimo lo “inevitable”. No pierdas de vista que incluir a tus seres queridos dentro de tu soporte siempre ayudará a potenciar cualquier actividad que hagas para sentirte mejor y poder superar complicaciones.